Como si fuera un saludo:

Es hora de comenzar, me dije hace unos días. Hago esto porque tengo la necesidad de leer, escribir y compartir.

Suelo comentar con los demás cuanto puede cambiar un libro la vida de una persona. Repito lo mismo una y otra vez, para aquellos que necesitan un consejo, respondo con el nombre de un libro que podría ponerle de buen humor. Imaginen lo que pasaría si leyeran veinte o cien libros en unos meses, les aseguro que les costaría reconocerse. Frente al espejo somos siempre el mismo, pero ¿nos hemos visto más allá de nuestra máscara? Si nuestros ojos pudieran ver el interior de una persona el mundo sería otro; pena, siempre tiene que haber un reto.

La necesidad de compartir me trajo hasta aquí, este momento, en el que empiezo a escribir una primera entrada, la pregunta ora es ¿cuándo me atreveré a publicarla?

Siempre que cierro un libro siento la conversión, probablemente esté loco, pero aún así no dejo de preguntarme cómo una persona desmesurada puede ordenar las cosas con tanta facilidad al cerrar un libro, ¿Activa la mente para resolver, prepara el cerebro para aceptar algún hecho real o simplemente te hace olvidar(volar)? Será un misterio o sólo una adicción por los libros. ¿Saben algo? Alegrémonos, porque los libros sean siempre una adicción sana y aceptada, más que aceptada, admirada por aquellos que sí saben lo que es vivir.